Juan Luis Goenaga : Alkiza, 1971-1976 / [comisario, Mikel Lertxundi Galiana]
Bilbao: Bilboko Arte Ederren Museoa = Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2024.
Como en otros artistas vascos de distintas generaciones -de Oteiza a Mendiburu- y activos en esos años, la orografía, la vegetación, la mitología, la etnografía y el legado de la prehistoria vasca ejercerán en Goenaga una enorme fascinación. Él interiorizó todos estos elementos para incorporarlos a sus intereses creativos como una seña de identidad. Será especialmente expresiva durante un breve periodo de tiempo tras instalar, a comienzos de la década de los setenta, su casa-taller en el caserío de Otsamendi en la pequeña localidad de Alkiza (Gipuzkoa). Un paisaje húmedo de terrenos calizos, arroyos y bosques con la herencia de la vida tradicional de caseríos, molinos y ferrerías, en el que Goenaga encontró un mundo primigenio y un apego a la tierra que ejercería en su obra una impronta duradera. Desde ese momento, y a lo largo de seis años, la naturaleza será el tema principal de sus obras hasta que en 1977 se produce un cambio que incorpora la figuración con una materialidad más densa y colorista. A partir de entonces alternará ambos lenguajes en un estilo propio y sin concesiones. La pintura de este primer periodo de búsqueda y definición de Goenaga tiene un carácter empírico que se refleja en todas sus manifestaciones creativas. Las fotografías en blanco y negro de hojarascas, ramas y hierbas adquieren el carácter de los pioneros de la fotografía científica al usar un primerísimo primer plano que, como un microscopio, capta detalles de luz y textura. En otras imágenes, documenta sus composiciones de surcos y alineaciones de piedras y palos que, en plena naturaleza y como pequeños monumentos, evocan vestigios y signos de la primera humanidad. Un land art en el que Goenaga traduce las lecturas de Pío Baroja, el padre José Miguel de Barandiarán y Jorge Oteiza, que le conectan con el animismo vasco y los enigmas ancestrales. Las cajas de madera y cristal que elabora con los restos fragmentarios de útiles domésticos y de labor tradicionales que encuentra en sus excusiones por el monte Ernio tienen también ese carácter animista y memorial. La elección de colores terrosos, verdes o grisáceos conecta también con esta visión ascética y esencial de la naturaleza y Goenaga los aplica en composiciones casi monocromas de elementos de figuración mínima. Hierbas y ramas que se suceden en una reiteración obsesiva hasta cubrir enteramente la superficie del lienzo o papel como un mantra visual. Al final de este periodo, Goenaga introducirá una nueva energía en su obra que dará paso a imágenes rojizas con las que cierra su particular historia natural de estos años. (Fuente: Museo Bellas Artes de Bilbao).
Exposición celebrada en el Museo Bellas Artes de Bilbao, del 22 de octubre de 2024 al 16 de febrero de 2025.
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